Proyecto: ¿No pasa nada?
Alumnos: Nivel Primaria
Grado 7°
Áreas involucradas:
Prácticas del
Lenguaje
Tecnología
Ciencias Naturales
E.S.I
Música
F.E.C
Teatro
Contenidos:
Prácticas del Lenguaje:
-
Expresión Oral y Escrita
-
El texto teatral
-
Lectura comprensiva
Tecnología:
-
Oficios y profesiones
-
Las organizaciones
-
Los sistemas técnicos
Ciencias Naturales:
-
Materiales reutilizables
-
Las tres “R”
E.S.I:
- Violencia de género
F:E:C:
-
Derechos del hombre y de la mujer
-
Los roles sociales
Música:
-
Adecuación de un tema musical a una escena teatral
-
Géneros musicales
-
Edición musical
-
Composición musical
Teatro:
-
Representación (puesta en escena)
-
Elementos escenográficos
-
Sonido
-
Producción
Objetivos:
Que a través de la
expresión artística, los alumnos de 7°
grado, sean capaces de comunicar la existencia de una problemática social,
desde una perspectiva creativa, que dé lugar a la reflexión colectiva.
Propuesta:
Como resultado de temas
trabajados en F.E.C, relacionados con situaciones cotidianas, comentadas por
los alumnos ( ¿Qué roles cumplen los integrantes de tu familia? ¿De qué se
ocupa cada uno en la casa?) y los temas
tratados sobre normas de convivencia en la escuela (juegos de “hombres”; juegos
de “mujeres”) los alumnos crearán un guión teatral, que incluya un tema musical
(creado por ellos o reformado), editado y que tenga que ver con las
problemáticas tratadas.
La música será elegida y
editada junto con el profesor de música.
Otro grupo de alumnos se
encargará de proveer los elementos escenográficos y de vestuario que resulten del trabajo de
las áreas de Ciencias Naturales y
Tecnología.
Los temas tratados en E.S.I
serán incluidos de manera indirecta en el guión teatral. Cuando estén todos los elementos preparados, se
representarán, de a grupos (de cinco alumnos y los colaboradores
correspondientes), pequeñas escenas de 5 minutos.
Modo
de representación:
El grupo golpeará
la puerta de las aulas de la escuela, sin previo aviso, se presentará y pedirá sus cinco minutos para
representar.
Al finalizar,
preguntarán si conocen situaciones similares, para tratarlas en otro
momento. Pedirán que las escriban y las
coloquen en una caja que estará preparada para tal fin. Estas experiencias
serán entregadas a sus docentes, para darles tratamiento.
Ivana EULOGIO
Marina MAZZITELLI
Maricel
REYNA MORELLO
Marcelo VELISONE
------------
Qué es el Teatro Comunitario?
El Teatro Comunitario nace de la comunidad para la
comunidad. De la voluntad colectiva de reunirse, organizarse y
comunicarse. Parte de la idea de que el arte es un agente de transformación
social con la convicción de que toda persona es esencialmente creativa.
Su búsqueda estética aborda tanto la comedia como la tragedia, pero
nunca el drama psicológico; lo épico desde lo colectivo.
Es autoconvocado y autogestivo; es una
forma de pensar, vivir y hacer política que no tiene filiaciones partidarias ni
religiosas. El teatro comunitario busca recuperar con su arte al espacio
público como escenario: la calle, los parques y las plazas.
El teatro comunitario es un proyecto teatral de la comunidad para la
comunidad. Nace de la voluntad
comunitaria de reunirse, organizarse y comunicarse, parte de la idea de que
el arte es una práctica que genera transformación social y tiene como
fundamento de su hacer, la convicción de que toda persona es esencialmente
creativa y que sólo hay que crear el marco y dar la oportunidad para que
esta faceta se desarrolle. Una de las facultades más mutiladas en el hombre es
su capacidad creadora y el permitir desarrollarla es un auténtico cambio
personal, que genera modificaciones en la comunidad a la cual éste pertenece.
Trabaja desde la inclusión y la integración, por lo tanto es abierto a toda
persona que se acerque y quiera participar, de manera voluntaria y en carácter
amateur, es decir, con amor por lo que se hace. En él todos tienen un
lugar, así tengan 4 ó 90 años. Las experiencias de distintas edades se valoran
en este intercambio. Todo el que participa asume un compromiso con lo artístico
(se compromete a ensayar, practicar, hacer funciones, etc.) y con las tareas
organizativas que tengan que ver con las necesidades del grupo y su
funcionamiento.
El teatro comunitario es numeroso. No debería contar con menos de 20 integrantes, por lo tanto en la temática
de sus obras siempre aparece el nosotros, lo épico. Su búsqueda estética aborda
tanto la comedia como la tragedia, pero nunca el drama psicológico. Retoma y
resignifica, además, los géneros populares tales como el sainete, la murga, el
circo, la zarzuela, la opereta y otros.
Es autoconvocado y autogestivo, genera sus propios recursos y apoyos, pero
mantiene su libertad e independencia. Esto no implica que no deba ser
incentivado y apoyado por el estado, sino que no puede ser estatal.
Desde su hacer y organización, gestiona apoyos estatales y/o privados, pero sin
perder nunca su autonomía.
Genera la aparición de un público nuevo, compuesto, en primer término, por
el entorno familiar y social de quienes participan, (muchos integrantes de una
comunidad), así se trate de un barrio, una fábrica, u otro espacio comunitario
en el cual haya nacido, y, en segunda instancia, por la comunidad en un sentido
más amplio, ya que sus espectáculos tienen llegada a un gran sector de la
población que habitualmente no frecuenta las salas de teatro. Sus espacios de
realización abarcan un espectro mucho más amplio que el que se circunscribe al
de las salas de teatro.
El teatro comunitario no tiene filiaciones partidarias ni religiosas.
Incentiva los lazos sociales en el seno de la comunidad de la que es parte. Su propuesta apunta a que el barrio, la zona o cualquiera fuese el lugar en donde se desarrolle, sea una unidad comunitaria, en la que el arte no esté escindido de la vida de la gente. La certeza de esta necesidad implica también el desafío de discutir dentro de las organizaciones sociales existentes, el espacio imprescindible que debe tener la tarea artística, como parte medular de su accionar y no como una tarea sólo para especialistas.
Incentiva los lazos sociales en el seno de la comunidad de la que es parte. Su propuesta apunta a que el barrio, la zona o cualquiera fuese el lugar en donde se desarrolle, sea una unidad comunitaria, en la que el arte no esté escindido de la vida de la gente. La certeza de esta necesidad implica también el desafío de discutir dentro de las organizaciones sociales existentes, el espacio imprescindible que debe tener la tarea artística, como parte medular de su accionar y no como una tarea sólo para especialistas.
El teatro comunitario considera que el arte es un derecho. Propone a la
comunidad asumirlo como tal y no delegarlo en otros.
El Grupo de Teatro Catalinas Sur
nace en el año 1983. Desde sus inicios trabaja por el desarrollo y la
integración comunitaria a través de actividades artísticas (el teatro
comunitario, la murga, los títeres y la música) concebidas como formas de
comunicación y participación.
El objetivo central es la promoción y desarrollo del teatro comunitario
como herramienta de transformación social. Desde el trabajo artístico
comunitario se promueve la generación de lazos entre vecinos, la
recuperación de la historia barrial, la inclusión social y el fortalecimiento
de la ciudadanía.
El Circuito Cultural Barracas es
un proyecto artístico-comunitario que nace en 1996 por iniciativa del grupo
“Los Calandracas”. El Circuito promueve a través del arte, procesos
de transformación social para la construcción de ciudadanía y la promoción de
la equidad y de la inclusión social. Es un ámbito de trabajo colectivo para
imaginar y producir ideas, valores y prácticas que contribuyan a revertir
situaciones de exclusión y a construir y fortalecer el capital social de
nuestra comunidad.
El Épico de Floresta
En septiembre de 2002, se reunió un grupo de vecinos del barrio de Floresta
con la idea de hacer teatro comunitario. Querían contar historias que
rescatasen la memoria con un lenguaje teatral propio, con el fin de llevar su
presencia allí donde sea requerida, aportando de ese modo su granito de arena
al entramado de una cultura participativa y solidaria que acerque a quienes hoy
luchan por rescatar la memoria. Por eso, una de sus premisas es “sabiendo
quiénes fuimos y de dónde venimos, podremos discernir libremente hacia dónde
elegimos ir”. Debutaron el 13 septiembre de 2003 en la Plaza Montecastro con
una versión propia de “El gigante amapolas“. Desde entonces, el “El Épico de
Floresta” se ha presentado ininterrumpidamente en plazas, parques, galpones,
centros culturales, merenderos, y en eventos organizados, entre otros. Hoy el
grupo está integrado por más de 40 vecinos.
Dentro de poco tiempo el grupo de Teatro Comunitario de Mataderos Res o No
Res cumplirá quince años, es por eso que desde nuestra redacción quisimos
conocer algo más sobre este emblemático grupo que sabe contar muy bien la
historia, refleja la identidad de los mataderenses y es portador de decenas de
premios y distinciones y ha sido observado por investigadores
nacionales y extranjeros de diferentes carreras como Antropología, Sociología,
Comunicación Social, entre otras en busca de un entendimiento del
fenómeno del Teatro Comunitario, producto de esos trabajos han resultado
libros en los que Res O No Res tiene un lugar.
Para conocerlos mejor entrevistamos a una de sus directoras, Estela Calvo.
Para conocerlos mejor entrevistamos a una de sus directoras, Estela Calvo.
Res o no res. Teatro comunitairo en
Mataderos.
-Cómo nació Res o no Res?
:El grupo nació el 23 de Marzo del 2002 a partir de una convocatoria que hizo
Adhemar Bianchi, en ocasión de ir al Parque Alberdi a presentar
"Venimos de muy lejos", del Grupo de Teatro de Catalinas Sur, a la
carpa cultural, evento que la municipalidad iba llevando a los barrios, en ese
año surgen varios de los grupos que hoy existen en Capital. Unos 7 u 8
comienzan ahí, muy probablemente bajo el
impulso de los sucesos del 2001, las asambleas, y la necesidad de grandes
núcleos de la población de unirse y expresarse en relación a la crisis
fenomenal que produjo el neoliberalismo
de los ´90 en la Argentina. Hicieron obras temáticas como La bobina comedia
y fuentevacuna: obras clásicas vistas desde
el barrio de Mataderos.
Circuito cultural Barracas.
Somos un grupo autogestivo.
Generamos recursos propios, que representan más del 60% de los recursos
totales, con la presentación de nuestros espectáculos. En estos 20 años hemos
desarrollado una práctica de gestión de recursos realizando proyectos de arte
comunitario que presentamos ante diversas instituciones y organismos:
Ministerio de Desarrollo Social Nación, CONAMI, Instituto del Teatro,
Proteatro, Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Mecenazgo Ciudad
de Buenos Aires, Dirección General de Fortalecimiento de la Sociedad Civil
CABA, Centro Metropolitano de Diseño CABA.
Este proyecto necesita del apoyo de toda la comunidad, por eso creamos
Amigos del Circuito El “Amigo del Circuito” puede contribuir con un aporte
mensual. Ayudándonos así a fortalecer éste proyecto de Arte y Transformación
social que llevamos a cabo más de 300 vecinos del barrio de Barracas,
proponiendo una construcción colectiva que nos permita lograr una mejor calidad
de vida a todos los habitantes de nuestra ciudad. Puede asociarse a nuestra
comunidad de Amigos después de cada espectáculo, fiesta, o llamándonos por
teléfono.
En Circuito bajo su cielo de Chapa (Viejo Galpón)
Nació en falsa escuadra desafiando las futuras normas de catastro, en un
descampado allá por 1886 en el barrio de Barracas para cobijar la Hilandería de
Bettinelli. Destino transgresor de este viejo galpón que hoy ampara bajo su
cielo de chapa los sueños de decenas de vecinos del barrio.
Fue hilandería, carpintería y hoy, Teatro. Disimulando sus achaques detrás
de un mural que los maestros Gasparini y Ana Serralta tatuaron en su frente.
Sus cabreadas fundidas en antiguos hornos Ingleses y emigradas a nuestras
pampas miran desde sus alturas la vida que abajo pasa.
Sus viejas chapas no están más, pedían a gritos su justa jubilación
protestando con goteras su retiro necesario. Quedan las ventanas, hasta que
llegue algún insensible funcionario que ordene tapiarlas. Cubrimos con durlok
ignífugo el antiguo entrepiso, volviendo clandestinas sus añejas tablas.
Tiene que cuidarse viejo galpón ¡ahora es un teatro! No puede zafar de la
implacable mirada del que determina, sin mirar el pasado, qué es seguro y qué
no lo es. Cómo explicarle al “Municipal” que este viejo achacoso tiene alma y
cuida al que lo habita, como lo hace un abuelo con sus nietos. Se ha tomado
ciertas libertades, como pintar su piso de rojo, sus paredes internas de
blanco, verde, celeste ¡viejo loco! Desde que es teatro se disfraza de artista,
y nosotros, que lo queremos, le decimos que le queda lindo y que lo vamos a
cuidar y le vamos a poner emplastos y realizar curas varias cuando se lastime o
se le dé por gotear, vieja costumbre que le quedó de sus originarias chapas.
Antiguo galpón de Iriarte al 2165, confía en nosotros, no te vamos a llevar
al geriátrico de la vuelta.
Este viejo galpón se ha transformado en la Sala Teatral del barrio
albergando en sus funciones a los vecinos actores y a su público cada fin de
semana.
Espacio de expresión, aprendizaje y encuentro durante toda la semana.
Encuentros de integración en teatro, percusión y banda musical comunitaria,
donde niños, jóvenes y adultos comparten, intercambian y desarrollan su
creatividad.
Punto de reunión de diversos espacios colectivos de construcción artística
comunitaria: Red Nacional de Teatro Comunitario, Red de Bienestar Comunitario
de Barracas, Cultura Viva Comunitaria, Red Latinoamericana de Arte y
Transformación Social. Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad.
Lugar de visita y recorrido para los jardines, escuelas primarias y
secundarias, como de otros espacios de educación no formal, del barrio; que
visitan nuestra casa para conocer su historia y funcionamiento.
El Circuito Cultural Barracas es un proyecto de arte comunitario. Un
ámbito de trabajo colectivo para imaginar y producir ideas, valores y prácticas
que sean puentes entre las diferentes realidades, generaciones y espacios
geográficos de nuestra comunidad.
Somos parte del barrio de Barracas y construimos junto a nuestros vecinos
desde el año 1996.
El nombre Circuito busca que el proyecto circule y atraviese los distintos grupos socioeconómicos y culturales del barrio.
El nombre Circuito busca que el proyecto circule y atraviese los distintos grupos socioeconómicos y culturales del barrio.
HACEMOS TEATRO
Como vecinos nos comunicamos a través del teatro, ceremonia celebrativa
esencialmente humana. Emitimos señales culturales desde nuestro territorio.
HACEMOS POLÍTICA
La creatividad es una esencia humana y no un don de elegidos. Para nosotros
el arte es un derecho de todas las personas y lo ponemos en acción con nuestro
proyecto. Hacemos memoria, construimos identidad, ficcionamos, ponemos en
escena la otra palabra del habitante de nuestro barrio, nos convertimos en
protagonistas y compartimos la posibilidad de imaginarnos y transformarnos
colectivamente. Esta es nuestra construcción política comunitaria.
CONSTRUIMOS
Los vecinos de todas las edades que forman parte del CCB, sus familias y
amigos. Instituciones, organismos gubernamentales, comerciantes y empresas
cercanas a nuestra sede, con las cuales establecemos vínculos de distinto tipo
basados en la identidad barrial. Los miles de espectadores que anualmente
asisten a nuestros espectáculos. Los grupos de teatro comunitario de otros
barrios, otras ciudades y otros países, con los cuales compartimos saberes e
intercambiamos potencialidades. Con los estudiantes universitarios e
investigadores interesados en nuestro quehacer.
SÁBADOS – 21 hsEl casamiento de Anita y Mirko
Anita y Mirko se casan. Dos familias muy diferentes (la familia
italiana de Anita, con toda su música y la de Mirko, una familia rusa muy
seria) ser comparten la noche en el salón de fiestas inaugurado por las
cuñadas: Alegría, Irma y Olga, el cual han bautizado La Taffié de tu Barrió.
Una oportunidad única de jugar por espacio de dos horas a que todos somos
parientes y podemos divertirnos juntos en esta fiesta de bodas tan especial. Se
comparte comida, bebida, chismes y secretos familiares. La boda permite
la consagración de la Guaracha Barraquense y su cantante estrella,
Angélica Valdemar, de regreso de su gira por las cálidas tierras del Caribe
(música en vivo).
Con este espectáculo, que lleva 15 años en cartel con localidades agotadas
sábado a sábado, los vecinos-actores de Barracas vuelven a confirmar que la
alegría y la celebración colectiva son un elemento de resistencia, construcción
y transformación social.
Dirección general y Dramaturgia: Ricardo Talento
Dirección: Corina Busquiazo
Antecedentes
del Teatro Musical:
de los orígenes al Circo Criollo
Alumnas: Claudia
Roncher
Maricel Reyna
Morello
Marina
Mazzitelli
Fecha de entrega: 19/11/2016
Postítulo: La
Narrativa en la obra escrita y a través de los canales audiovisuales
I.E.S Nº 2
"Mariano Acosta"
Antecedentes del teatro
musical en los orígenes del teatro argentino
La música
cumple no sólo la función de otorgar colorido a un espectáculo, sino que también encierra otras significaciones:
✓
Crear climax o efectos
escénicos.
✓
“Aflojar” ciertos momentos de tensión.
✓
Expresar sentimientos, estados de ánimo.
✓
Caracterizar a los personajes de una manera viva y eficaz.
✓
Reflejar por medio de sus letras, una realidad cotidiana
(crítica)
✓
Entretener y emocionar al espectador.
✓
Afirmar el sentido local de las obras.
Por los aspectos anteriormente referidos,
es que hemos optado por presentar una breve síntesis acerca del origen de nuestro teatro argentino,
haciendo hincapié en la presencia y
función de la música y el canto desde los inicios hasta el circo criollo,
sentando las bases de lo que se
prefigurará a partir del siglo XX como teatro
musical.
Un poco de historia acerca
del teatro
![]()
En 1771, el Virrey Vértiz y Salcedo
llegó a la conclusión de que Buenos
Aires necesitaba de un teatro estable, como los que ya existían en varias ciudades de
América. Tenía la convicción que “era
para muchos políticos una de las mejores escuelas para las costumbres, para
el idioma y para la urbanidad en general…” y agregaba además que “esto era necesario para una ciudad que carecía
de diversiones públicas”.
El teatro fue edificado entonces en 1783. Se trataba de una simple construcción de madera, paja y barro,
un galpón utilizado como depósito y que fue conocido como el teatro “La Ranchería”, dejando de
lado el pomposo nombre de “Casa de Comedias”, apodo con que el virrey
pretendía bautizarlo. Su inauguración provocó gran revuelo entre la
aristocracia y en particular para la Iglesia, puesto que creían “que con el teatro había entrado la corrupción
a la ciudad”. Se insistía desde los púlpitos de las Iglesias “que ver comedias era una peligro para las
mujeres, intimando a los padres y maridos para que les prohibiesen asistir a
semejanteespectáculos”.La Ranchería se transformó en el centro de la
actividad lírica y del teatro español. Las únicas
representaciones creadas en el
Virreinato fueron las “loas”
que iniciaban los espectáculos y en las
que se homenajeaba a personalidades destacadas o a los santos. En agosto de 1792 un incendio lo destruye y
nunca se supo si esto se debió a un accidente o a un atentado. En su homenaje
se estableció que el 30 de noviembre, día de su inauguración, sería el día del Teatro Nacional.
A partir de este suceso, Buenos Aires
estuvo sin teatro estable y el arte
escénico volvió a los corrales y a los improvisados tabladillos. En ese marco surge El
amor de la estanciera (1792-1793), la obra más antigua que se
conoce del teatro argentino. En ella
encontramos uno de los primeros antecedentes
de la presencia de la música y el canto, en este caso a través de lapayada, duelo verbal
entre dos contrincantes que, acompañados de guitarra o charango y (valiéndose
de su improvisación), demostraban su ingenio.
Esta obra introduce el germen de la payada
ya que los protagonistas, Juan Perucho y el portugués Marcos Figuerias, se
disputan el amor de Chepa. En la payada se
reflejan algunos de los temas
tradicionales de la época: la oposición entre criollos y extranjeros
y en este caso particular, la caricaturización del gringo. Asimismo se genera
un clima de tensión entre los dos pretendientes. Finalmente Chepa optará por
quedarse con Juancho y la inserción del
canto final tendrá la función de “aflojar” la tensión entre ellos,
para que todo concluya en un clima de paz y armonía.
MARCOS
(Saca la guitarra)
Aquí istá pois a viola,
Mui desposta, y encordada
Tein uhas voces galañas
Efica muitu ben temprada
(Canta CANCHO)
Mi yerno Juancho Perucho,
Con sus lecheras
Y sus caballos viva
Con su Estanciera
(Canta PANCHA)
Viva mi hija Chepa
Con su marido
En paz y unión perfecta
Y gusto cumplido
(Canta JUANCHO)
Viva vieja suegra
Y mi señor suegro
Que con mi muger Chepa
mucho me alegro
……………………………………………………………………………………………
(Canta Chepa)
Tenga mi padre y mi madre,
paz con mi esposo;
y yo mi caballo ,
mucho reposos
(Canta CANCHO y repiten
todos)
Aquí dio fin al baile
Y al casamiento
Viva , pues han quedado
Todos contentos.
En 1804, se retoma la idea de construcción
de un teatro: el “Coliseo Provisional de Comedias”, ubicado frente a la
Iglesia de la Merced (Reconquista y Cangallo). Nuevamente se interponen las
protestas: la Iglesia proclama “que el
diablo había levantado su morada frente
al templo de Dios”. A pesar de las críticas y las
oposiciones fue la única sala de teatro hasta 1838, aunque será dañado
durante las invasiones inglesas y
reabrirá sus puertas recién en al año
1810.
En 1813, festejando otro aniversario de la
revolución de Mayo, se estrena “25 de
Mayo” o “El himno de la libertad”. La obra finalizaba con un himno coreado por los
actores, al que Blas Parera
le había compuesto la música, con letra de Ambrosio Morante. Se
dice que entre el público se encontraba Vicente López y Planes, quien
inspirado por la representación escribe las primeras estrofas del Himno
Nacional Argentino, que se ejecuta por primera vez en público el 25 de mayo de 1813 en el Teatro Coliseo.
De lo importado a lo
nacional. Reivindicación y temática autóctona
Tras los sucesos que convulsionaron el espíritu del pueblo, el
teatro comenzó a perder fuerzas y jerarquía al no contar una temática heroica. Así fue como el escenario
criollo se encontró pronto sin repertorio y frente a un caudal de obras
extranjeras. Los hombres de
la revolución ansiaban arrancar
de raíz la influencia que el teatro español ejercía sobre las provincias del
Río de la Plata. El 2 de mayo de 1818 el diario El Censor publica:
“El pueblo se educa en el teatro; en
nuestras circunstancias especiales el teatro debe inspirar el odio a la
tiranía”. Desde ese momento
las obras aspiran a centrar su
intencionalidad en fomentar el patriotismo, y sus temáticas intentan destacar los triunfos
en batallas. Un claro ejemplo es
El detalle de la acción de
Maipú, obraanónima que se estrena en 1818, perteneciente al género de la literatura gauchesca.
Su línea argumentales de extrema sencillez: una
familia campesina que habita un rancho
en las afueras de Buenos Aires recibe a Juan José, el hijo mayor, soldado del
ejército patriota, llegado a la ciudad acompañando a Manuel Escalada, el
mensajero enviado por el general San Martín, para informar a las autoridades
sobre el triunfo de Maipú. Aquí un
gaucho entona una décima (combinación
métrica de diez versos en donde se destaca lo que sucede en la batalla) y se
canta y se baila un cielito
(danza por excelencia en el momento de la Independencia). En Defensa y triunfo de Tucumán (1821),
donde Belgrano derrota a las tropas
realistas de Pío Tristán, ocurrirá algo semejante. En todas estas obras se pretendía expresar lo que sentían los “pechos patriotas” del
modo más directo y popular, como forma de homenaje y alabanza para aquellos
hombres que hicieron posible nuestra libertad e independencia. No se
podría afirmar que tuvieron calidad artística, pero cumplían su
objetivo, el de entretener al público.
Durante el gobierno de Rosas se
construyeron más teatros como el “Teatro de la Victoria”, el “Teatro del buen
Orden” y el “Teatro de la Federación”,
donde se estrenaban obras para enaltecer
su figura o para desplegar ideas en
contra de los unitarios como
El entierro del loco traidor,
salvaje unitario Urquiza. Después de la caída de Rosas el teatro volvió a
resurgir, gracias al regreso de autores proscriptos.
Paralelamente al drama gaucho se desarrollaron los
tablados donde se ofrecían zarzuelas,
revistas líricas, piezas del género
chico español y el denominado “Circo
Criollo”.
La zarzuela es un género escénico que combina
declamaciones, cantos y partes instrumentales con música típicamente
española. Su nombre procede del “Palacio de la Zarzuela”, lugar donde se representó por primera vez este
tipo de música.Dentro de este género
rescatamos el estreno de La gran vía
de Felipe Pérez y González, cuya música fuera compuesta por Federico Chueca y Joaquín
Valverde, y que inspiró a Justo S. López de Gomara a escribir su pieza
De paseo en Buenos Aires,
con personajes y tipos locales
y una clara revalorización de lo
nacional. Mientras que la Gran
vía estaba escenificada en
una calle céntrica de Madrid, De
paseo por Buenos Aires recorre diversos partes de la
ciudad para finalizar en la Avenida de
Mayo, durante los festejos del 25 de mayo de 1901. Lo interesante de estas obras es que se
intercalan melodías de diversas nacionalidades, además de otorgarle un
carácter localista.
El autor Nemesio Trejo, quien concurrió a
la representación, escribe a raíz de esto La
fiesta de Don Marco, fiesta campera organizada por Don Marcos,
un excombatiente del ejército de los Andes para conmemorar el 25 de mayo,
pero con aires nacionales: huella, triste en décima, gato. Trejo que fue un gran payador e incluyó gran
cantidad de cantables en sus obras: milongas, polcas, vidalitas, huellas, que
provocaron una revalorización de lo nacional. En 1897 estrena Los políticos, con música de
Antonio Reynoso, donde el papel de la
música es primordial. En el primer momento musical el personaje de
Luisa, que es la hija del Dr. Gonzáles, entona una canción romanza de tiple (propia de la
zarzuela y que es interpretada por una voz muy aguda) para crear un poco de calma ante la presión
que ejerce su padre porque su futuro yerno se incorpore a su partido.
En el cuadro II aparece un cantable: el coro de los políticos.
Aquí la música adquiere una actitud
crítica y satírica, pues nos revela que la política no conduce a nada bueno,
lo que se muestra en el coro final a cargo de todos los políticos:
Todos: - Ustedes saben lo que da la política.
Disgustos y
rencores, venganzas y traiciones,
Pesares,
sacrificios y un mundo de maldad,
Engaños y
sofismas y mistificaciones
Y luego la
miseria y ruina por final.
El cuadro
tercero es casi
exclusivamente musical y de gran efecto escénico. Aparecen los tipos extranjeros: vascos,
andaluces, gallegos, en el que se suceden distintas melodía para cada
caracteriza a cada uno de los personajes.
¿Qué
pasaba con el circo?
![]()
El circo,
configurado como un espectáculo del
pueblo, se adueñaba de las esquinas de Buenos Aires, convirtiéndose en la representación más
popular en nuestras tierras durante los tiempos de la colonia y los de la
vida independiente. El primer
circo que funcionó en Buenos Aires fue
gracias a la iniciativa del inglés Santiago Spencer Wilde, que lo instaló en
las calles Florida y Córdoba. La mayoría de las compañías eran
extranjeras.
En 1884 los hermanos Carlo (de origen
italiano), que actuaban en el Politeama Argentino, buscaban novedades y
recurrieron entonces al escritor Eduardo Gutiérrez para que les entregara en
pantomima, el folletín que hacía seis años había publicado en La Patria
Argentina, Juan Moreira. El único reparo que puso Gutiérrez fue que
no habría actores apropiados para representar la obra, ya que los Carlo eran
extranjeros, y Moreira tendría que ir a caballo, cantar, bailar y
tocar la guitarra, además de manejar bien el facón. Se requería un “gaucho”. Fue entonces que
se pensó en “Pepino, el 88”, José “Pepe”
Podestá, de nacionalidad uruguaya, que además era acróbata y modelo de cómico rioplatense.
Personaje
de José Podestá: Pepino el 88
A Podestá le tocó reemplazar a un payaso
enfermo. Se hizo llamar “Pepino”, y la
gente le agregó el “88” porque la cifra parecía dibujada, por los parches en
la chaqueta de su padre con que
fabricó su improvisado traje.
Además de su habilidad como músico y cantante, Pepino el 88 desarrollaba una suerte de espectáculo
interactivo con el público con quien dialogaba y con quien se involucraba en
una propuesta de humor. Realizaba
sátiras políticas e imitaciones de “niños bien” o “compadritos” y todas las
noches abría el espectáculo entonando la décima sobre el Gaucho argentino:
El gaucho argentino (fragmento)
Les pido atención, señores,
Que la historia quiero hacer
Describiendo con placer,
Sin que me tiemble la mano,
Del gaucho nuestro paisano,
Ligado a nuestro destino;
Detallando con buen tino
Los azares de la vida
Del que su patria querida
Se llama Gaucho Argentino.
Alegre vive en su rancho,
Alegre pasa la vida
Y aunque la patria lo olvida
Cuando no lo ha menester,
Él recuerda con placer,
Sin maldecir al destino,
Que a este mundo el hombre vino
Para gozar y sufrir
Y por la patria morir
Como buen Gaucho Argentino.
Los historiadores opinan que el verdadero circo criollo nace
cuando los hermanos Podestá (Gerónimo,
José y Pablo) estrenan la versión
pantomímica de la obra de Eduardo Gutiérrez, Juan Moreira, poniendo en
juego algo de la identidad argentina y al ser los primeros en dejar de
imitar las artes provenientes de Europa. Inicialmente esta obra se estrenó como
pantomima y luego se le
fueron incorporando parlamentos extraídos del folletín. José
Podestá la describió así: “la obra se componía de varios cuadros (…) Todo se expresaba con mímica acompañada por
música apropiada, sólo el gato con relaciones y el estilo que cantaba Moreira
en la fiesta campestre, interrumpían el silencio de los actores. Por primera
vez la concurrencia oía cantar un estilo en una obra y el entusiasmo se
apoderó de ella, que no cesaba de aplaudir. Gutiérrez que conocía el alma
popular, aprovechó las décimas del poema “Lázaro” de su hermano Ricardo,
cuyas estrofas encuadraban perfectamente dentro de la idiosincrasia y el
fatalismo de los protagonistas”.
Escena
de Juan Moreira (1890)
En 1886 los Podestá
llegan a la localidad de
Arrecifes y el hotelero León Beaupuy
le da la idea a José de “hacer hablar a los personajes”. Para
transformarla en un drama no sólo tuvo que
modificarla, sino presentársela a Gutiérrez como un
hecho consumado. Tuvo tanto éxito que la obra fue llevada a los pueblos de
las provincias y el público se fue
imponiendo, quitando personajes, alargando escenas y dejando de lado otras.
Los Podestá prepararon los números musicales, aires criollos que iban desde el pericón (Pericón
por María)hasta la milonga, La estrella, escrita por
Antonio Podestá para la obra. No
sólo pretendieron entretener y emocionar al espectador, sino también afirmar
el sentido localista de la obra. Fueron considerados como los pioneros
del circo criollo, crearon “la
segunda parte” y lograron hacer
conocer danzas tradicionales a lo largo y ancho del territorio argentino
rescatando a muchas de ellas del olvido.
Cuatro integrantes de la familia
Podestá: Pepe, Antonio, Adela y Anita, en un baile típico argentino.
El circo
criollo se diferenció de este modo del europeo por ser aquel que tenía pista y escenario o primera y segunda
parte. La primera se desarrollaba en el picadero (pista)
que en el caso del europeo era de arena y en el criollo de dorado aserrín.
Se trata del circo tradicional que
incluía números con animales. La segunda parte era de actuación: el drama
criollo.
La función de la música en los circos,
entonces, fue lograr a través de los
cuadros musicales la gran eficacia escénica,
necesaria para el entusiasmo del público que, masivamente, concurría a
presenciar los espectáculos. Sin proponérselo constituyó uno de los primeros
antecedentes de nuestro teatro musical.
Actividades para el Aula
a)
Se les proyectará en clases “La payada de la vaca”, de Les
Luthiers y un video con distintos payadores cómicos. La actividad consistirá en que los alumnos,
apelando al humor, sean capaces de crear sextinas para payadas humorísticas.
b)
Al modo de los payadores los alumnos deberán inventar en
pequeños grupos un rap, donde denuncien alguna problemática
político-social de la sociedad actual. Para lograrlo podrán aplicar algunas
de formas del humor aprendidas (parodia, sátira, ironía, cinismo o sarcasmo).
c)
También puede proponerse que redacten un contrapunto a la manera
de los gauchos o de los nuevos rapeadores, improvisando los temas en el momento.
|
Bibliografía consultada
BOSCH, Mariano G, Historia de los Orígenes del teatro Nacional
argentino. Ediciones Solar /Hachette, 1942
ORDAZ, Luis, El teatro en el Río de la Plata. Ediciones Leviatán, Buenos Aires, 1957
PELLETTIERI, Osvaldo, Cien Años de teatro argentino. Del Moreira a Teatro abierto.
Editorial Galerna, Buenos Aires 1991
PELLETTIERI, Osvaldo, Historia
del teatro argentino en Buenos Aires, La emancipación cultural. Tomo II Editorial Galerna ,2002
---------------------------------------
AUTOR: ALEJANDRO IRUSTA
AÑO 2016
Trabajo práctico N°2
Investigación bibliográfica que busca articular los conceptos del
“teatro musical” con las concepciones de la educación artística en el caso
argentino.
El debate “explicar”/”comprender” como punto de partida
El presente trabajo
busca indagar en torno a como la tensión entre “explicar y comprender” propia
del campo de las ciencias sociales, impacta en aspectos relacionados a la
enseñanza de la educación artística, en especial lo referente al teatro
musical.
Primeramente debe
considerarse, que esta denominada “tensión” entre explicación y comprensión,
radica en dos modelos de ciencia social: el primero es el modelo positivista,
que entiende que lo social es homologable a lo natural y el segundo es el
historicista o comprensivista, que entiende que lo social es diferente a lo
natural. A partir de estas dos concepciones opuestas aparecen dos
consideraciones metodológicas también distintas. Por un lado, el llamado
monismo metodológico que plantea un único método tanto para lo social, como
para lo natural (podríamos encontrar aquí al método inductivo y al método
hipótetico-deductivo.) Esta distinción supone la idea que lo social se puede
explicar según ciertos modelos explicativos científicos (causal,
nomológico-deductivo), que entienden que a partir del postulado de leyes
científicas universales es posible encontrar la regularidad en los hechos
sociales. Es decir, una generalización que debe aplicar a todos los casos
observados y por observar. Se desconocen así, aspectos subjetivos, dejando a
las ciencias sociales sin su espacio específico, tal como lo entendieron los
historicistas. Desde una postura pluralista en cuanto a lo metodológico,
entienden que si bien lo natural puede ser explicado, lo social debe ser
comprendido, en términos de empatía. Eso se fundamenta por cuanto lo social
posee una dimensión interior, psíquica, intelectual, emocional, que es en
definitiva lo característico de lo humano. Así, el investigador en ciencias
sociales, debe entender que su objeto de estudio es interno y no externo, como
es el caso de lo natural.
Estos dos modelos
presentan dos concepciones pedagógicas y didácticas, en relación a la
enseñanza. Esto a su vez, tiene un impacto en la educación artística, lo cual
nos llevará a rastrear el lugar que ha ocupado estos saberes en el sistema
educativo argentino. Consideremos que la posición historicista nace con fuerza
en el terreno educativo durante 1920, y que ya en 1884 se había sancionado la
Ley 1420 de Educación, que regulaba el sistema educativo argentino. Pese a
esto, hay ciertos antecedentes “comprensivistas” en el terreno educativo
nacional. Pero la fuerza positivista encarnó con mayor firmeza y por tanto, se
constituye toda una construcción en torno al cuerpo. Lo corporal nos interesa
en particular, en tanto que lo teatral y musical, involucra directamente al
cuerpo. Antes de esto, se puede hacer una caracterización de como el debate
explicar-comprender se da en la educación artística. Podemos oponer dos
visiones, en un sentido extremo, de dicha enseñanza: focalizarse en trasmitir
técnicas, métodos y formas específicas de expresar los lenguajes artísticos
determinados por una clasificación en corrientes históricas o géneros. Esto se
correspondería con la idea de generalización explicativa. Por otra parte, el llamado “laissez faire” evita toda imposición de una norma o
técnica en el terreno expresivo artístico. Es así que “se deja hacer” sin
importar movimientos, referencias u objetivos; esto se correspondería con el
modelo de la comprensión en ciencias sociales, ya que se expresan
individualidades desconociendo aspectos generales. Si decimos que en un modelo
hay un exceso de objetividad, también es cierto que en el otro hay un exceso de
subjetividad.
Ya hemos mencionado que la educación
nacional se construye sobre una impronta más positivista que historicista. No
obstante, vale destacar que en esta presentación de opuestos se pueden ver
puntos en común, diálogos, encuentros y desencuentros. Usualmente se relaciona
la tradición “normalista” con el modelo explicativo en ciencias sociales, pero
esto no es del todo correcto.
La
influencia del modelo positivista en la concepción de lo corporal
Volviendo a la cuestión que nos
interesa en este trabajo, cabe preguntarse ¿cómo se
conciben los cuerpos desde la perspectiva positivista? Hay una gran influencia
de las concepciones higienistas que asocian las enfermedades somáticas con las
llamadas “enfermedades morales”. Es así que el cuerpo será objeto de
intervención en un sentido regularizador y normalizador. Hay una enseñanza
sobre el cuerpo, sobre los cuerpos de los estudiantes, que homologan la
rectitud física con la rectitud moral. Este aspecto es importante destacar como
lo hace Aisenstein, puesto que “(...) el idioma del cuerpo es una forma
convencional de comunicación no verbal, y ésta es uno de los componentes más
importantes de la conducta pública de las personas” (2007:154.) Es decir que el
aspecto de la educación artística en torno a lo corporal, significa también una
educación en torno a las conductas de las personas. El lugar que ocupen, por
ejemplo, el teatro y las danzas en este aspecto es sumamente relevante.
Siguiendo a la autora, todas las obras pedagógicas que hacen referencia a lo
corporal en aquella época, entienden que “(...)las manifestaciones del cuerpo
(gestos, mimica, actitudes) son expresiones legibles del hombre interior que
manifiestan al exterior las disposiciones del alma; por lo cual, si el cuerpo
expresa el hombre profundo, es posible formar o reformar sus disposiciones
íntimas ajustando correctamente las manifestaciones del cuerpo. (…) A la
civilidad hay que agregarle una disciplina que no puede ser otra cosa que el
aprendizaje socializado a través de la escuela. Es posible reconocer que a cada
modo o estadio en la concepción y representación de qué es un cuerpo (y de
quién es) corresponde una técnica en las pedagogías corporales” (2007:156).
Es así que estas
“pedagogías corporales” se incorporan de alguna manera, al curriculum. Sobre la
importancia del curriculum, seguimos la idea de Flavia Terigi por cuanto “(...)
en él se establece una pauta de ordenamiento de la experiencia educativa que,
más allá de cuán eficaz sea para ordenar las prácticas, es extraordinariamente
importante como declaración pública (…) Qué se enseña y qué no se enseña en las
escuelas es un asunto de la mayor importancia; qué debe enseñarse en
ellas y qué puede no enseñarse también lo es.” (2007:87). En este
sentido, el núcleo duro de la escolarización hasta antes de 1850 se centraba en
leer, escribir y contar. Centrada en la instrucción, si se introducía el canto,
se lo consideraba como himnos religiosos. Pero luego se irá dando un cambio de
la idea de “instrucción” a la idea de “educación”, modificándose el curriculum
nuclear moderno (Terigi, 2007) e incorporando a las Artes. Si bien suele
pensarse que lo artístico no ocupa un lugar relevante en la escuela, los
estudios del curriculum nos ofrecen una mirada distinta. Por un lado, porque
primero hay que considerar que si ciertos saberes adquieren el status de “saber
escolar enseñable” eso significa que otros no. Por otra parte, a lo largo del
siglo XX estudios comparativos de currículos primarios muestran que la
Educación Estética llega al 13,5% en EEUU y Europa Occidental y al 8% en el
caso de América Latina (Terigi, 2007.) Claro que constituye un tiempo menor al
destinado a Lengua, que es del 24,4%. También se destaca que la llegada de
educación artística llega en conjunto con la educación física. Aquí es donde
podemos pensar que si bien, había una propuesta estética, esta se encontraba
ligada a lo corporal, tal como se lo ha descripto anteriormente. Es decir, las
Artes llegan a la escuela, pero ¿cómo permanecen allí? ¿En torno a qué
supuestos, objetivos, fines?
Así, hay otro punto
a tener en cuenta. Todas las asignaturas deben ganarse “el derecho de piso” de
formar parte de los saberes enseñables. Lengua y matemática aportan saberes
vistos como útiles; Geografía, Historia, Cívica constituyen saberes que forman
una idea de ciudadano perteneciente a una nación. ¿Cómo llegan las Artes a
ocupar un lugar? Según Terigi, “A comienzos del siglo XX, su incorporación en
el curriculum escolar las constituye como una codificación del arte europeo
para fines escolares... (una asociación a) la idea de superioridad europea” (2007:90).
Entonces el saber artístico se consolida, a nivel escolar, asociado a un saber
de élite, pero también disociado de referencias culturales fuera de la escuela:
anudan fuertemente con actos escolares cuyo sentido original, en el caso
nacional, era el de consolidar la identidad del argentino, debido a la
heterogénea población del país hacia finales del siglo XIX. Como paradoja, la
estética también queda vinculada a ser el único campo expresivo y creativo.
Pero vamos viendo que esos caminos nos llevan a experiencias artísticas que
muchas veces sólo constituyen un “parecer”, un “mostrar”, en el peor de los
casos un relleno sin contenido en un acto escolar.
Si la expresión
corporal encarnada en la educación estética (por tanto abarcamos no sólo
experiencias de teatro o música, sino que también podemos incluir a las artes
visuales y plásticas ¡e incluso a la educación física!) se sostiene sobre las
ideas positivistas de control de los cuerpos y a su vez, por la necesidad de
“argentinizar” a los habitantes de este territorio, pareciera ser que lo último
que se puede generar es una verdadera experiencia estética. Esta serie de
significados, por supuesto que hoy se pueden repensar y deconstruir. Pero
también es cierto que, con la fuerza de un palimpsesto, pueden seguir
infértilmente presentes.
Entre lo simbólico, lo psicológico y los posibles efectos culturales
Es decir que nos
encontramos con un doble plano simbólico: por un lado la formación del
argentino en un sentido de su identidad nacional, y también la formación de una
expresión corporal acorde con ideas de moral. Pero también entra en juego la
perspectiva de la educación como motor del desarrollo de los sujetos.
Predominan principalmente el desarrollo de procesos lógicos o razonamientos
deductivos en desmedro de otros, como por ejemplo pensamiento visual o
capacidad metafórica. Desde este sentido, no es de extrañar que los actos
escolares en donde se suponen se ponen en funcionamiento otras formas de
expresión y de saberes terminen siendo la conclusión de un razonamiento
deductivo (o en el peor de los casos, inductivo.) Desde la perspectiva
psicológica, “...las psicologías del desarrollo están armadas bajo un cierto
modelo de lo que significa un sujeto desarrollado en el que predominan el
razonamiento lógico y la capacidad de abstracción como rasgos constitutivos; en
el que la expresión, la producción y la apreciación estética ocupan un lugar
menor” (Terigi:2007). Volvemos ahora, con lo que comenzamos el trabajo: la
dicotomía inicial entre “explicar” y “comprender”. Y dado que en el caso
argentino, la tradición positivista sostiene la idea de “explicar lo social”
coincide con los planos simbólicos y del desarrollo de los sujetos, descriptos
anteriormente. Vamos a contraponer esto con una visión de la danza considerándola
una expresión del teatro musical, pero también del lenguaje de los cuerpos.
Dice Laurence Cornu que “Hablar de danza es hablar de una experiencia y de una
metáfora: de una experiencia del cuerpo del sujeto que puede expresar la
metáfora de la libertad del sujeto, porque esa experiencia va mucho más allá
del mero ejercicio físico” (2007:181.) Vemos entonces que desde esta
perspectiva (quizás, mucho más ligada a la idea de “comprensión”) hay una gran
diferencia con la reducción de lo artístico al pensamiento lógico. Pero más
allá de lo específico (es decir, de una reflexión en torno a la danza) debemos
abstraer y sostener el pensamiento en torno al cuerpo y como danzar nos acerca
a esa concepción más ligada a la libertad, pero también a un lenguaje
metafórico, poético. No se trata de contraponer y sostener (de manera muy
simple) “el arte es mejor que la matemática”; pero tampoco que el saber
racional fagocite el saber poético. Tampoco contraponer “el cuerpo versus la
mente”. Siguiendo a Cornu “La danza es una presentación de la plasticidad
humana, física, y tal vez también psíquica” (2007: 184); en todo caso se
propone apostar por una enseñanza que supere las dicotomías y extremos que en
un marco escolar de distribución de saberes, nada aportan. Y sosteniendo que lo
estético, también forma un saber y no sólo una mera expresión; “Se habla de
coreografía, pero lo que se da en vivo es, cada vez que se produce, una especie
de oralidad confiada a la memoria o al tiempo de otra creación” (2007:187). En este
sentido, Spravkin sostiene que “...en el contexto específico de la educación y
el arte, decir 'expresión', 'expresivo', 'expresividad' comporta mucho más que
una exteriorización... Poner en primer plano la libertad expresiva no quiere
decir suprimir la apropiación del conocimiento como si estos dos aspectos
fueran contradictorios.” (1998:105-106)
Finalmente, hay que
reconocer los efectos culturales y de sentido que se podrían dar “extramuros”
de la escuela. Todas estas reflexiones no apuntan solamente a pensar el impacto
de las artes en su forma escolar, sino también a considerar como participarán
esos sujetos a nivel social. ¿Qué supuestos se seguirán sosteniendo? ¿Qué clase
de experiencia estética se sostiene? ¿Qué capacidades cognitivas, de pensamiento,
se pueden potenciar? ¿Qué sucede con la creatividad inserta en campos
científicos? ¿Cómo enseñar libertades creativas y expresivas, atravesadas por
concepciones técnicas?
Bibliografía
- Aisenstein, A (2007) “Los cuerpos en la escuela: parecer para ser”,
en Diker, G., Frigerio, G. (comps.) Educar: (sobre)impresiones estéticas.
Buenos Aires, Del Estante Editorial.
- Cornu, L. (2007) “Experiencia y metafóra de la danza como 'acto
puro de las metamorfosis” en Diker, G., Frigerio, G. (comps.) Educar: (sobre)impresiones
estéticas. Buenos Aires, Del Estante Editorial.
- Terigi, F. (2007) “Nuevas reflexiones sobre el lugar de las Artes
en el curriculum escolar”en Diker, G., Frigerio, G. (comps.) Educar:
(sobre)impresiones estéticas. Buenos Aires, Del Estante Editorial.
- Spravkin, M. (1998) “Enseñar plástica en la escuela: conceptos,
supuestos y cuestiones” en AA.VV. Aspectos curriculares y didácticos en la
educación artística. Buenos Aires, Paidós.