En esta clase trabajamos con dos
propuestas. Por una parte, establecimos una revisión de tres tradiciones cinematográficas,
tal como pueden verse en el cuadro siguiente:
Estéticas
del cine
Cine clásico (1915-1945 y sigue)
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Cine moderno (1945-1975 y sigue)
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Cine postmoderno (1975-2000 y sigue)
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Estructura narrativa epifánica: confrontación,
revelación, catarsis.
Plano general que da paso a un plano de detalle
(“narración”, en términos del Formalismo Ruso)
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Estructura narrativa por atmósferas: neutralización
de resolución, fragmentación, asincronía, planos-secuencia, expresionismo,
final abierto
Inicio descriptivo, definido como un plano muy
cerrado para después pasa a ser un plano más abierto.
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Estructura narrativa con itinerancia entre epifanías
y géneros híbridos.
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Respeto por las convenciones genéricas, visuales,
sonoras e ideológicas cuya naturaleza permite que cualquier espectador reconozca
el sentido último de la historia y sus connotaciones.
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Alejamiento de las convenciones que definen al cine
clásico.
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Cine de alusión: conjunto de películas construidas a
partir del empleo irónico o no de las convenciones temáticas y genéricas del
cine clásico.
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Composición visual estable: horizontal, omnisciente,
selectiva y desde la perspectiva de un espectador adulto.
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Estructura del cine experimental: lógica
anti-narrativa, por la cual tiende a alterar la sucesión del tiempo
cronológico y la estructura de naturaleza causal.
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Simultaneidad e incertidumbre; hibridación genérica
y estilística; indeterminación; alusiones a películas anteriores (pastiche,
metaparodia, remake)
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Llevar al protagonista a la anágnorisis (el
reconocimiento de su verdadera y hasta entonces oculta identidad), a partir
de una lógica causas y presentada como natural.
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Estrategias intertextuales: parodia y metaficción.
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Estrategias intertextuales: metalepsis y
metaparodias, yuxtaposición de niveles narrativos, citación, alusión o
referencia a reglas genéricas.
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M el maldito (Fritz Lang, 1932)
Sucedió una noche (Frank Capra, 1934)
Psicosis (Alfred Hitchcosk, 1962)
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Ciudadano Kane (Orson Welles, 1942)
El perro andaluz (Luis Buñuel, 1927)
Mullholland Dr. (David Lynch, 1998)
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Blade Runner (Ridley Scott,
1982)
Danzón ( María Navarro, 1982)
Amélie (Jean-Pierre Jeunet,
2001)
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Efecto de realidad: transparencia de convenciones,
didactismo, espectacularidad, arquetipos (efectos de reconocimiento,
anagnórisis explícita), dramatismo.
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Efecto de extrañamiento: ruptura del efecto de
realidad, distanciamiento brechtiano, compasión.
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Efecto de virtualidad: reconocimiento de alusiones
apócrifas, simulacros metaficcionales (ironización de las fronteras entre
ficción narrativa y ficción cotidiana)
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Referencias
bibliográficas:
Connor, Steven. Cultura
postmoderna. Introducción a las teorías de la contemporaneidad. Tr. Amaya
Bozal. Madrid: Akal, 1996.
Zavala, Lauro. “Del cine clásico al moderno”. Razón y palabra 46 (2005). http://www.razonypalabra.org.mex/anteriores/n46/lzavala.html
(12/4/2009)
—. Manual de
análisis narrativo. Literario, cinematografía, intertextual. Mexico: Trillas, 2007.
Por otra, analizamos la relación entre Frankenstein o el moderno Prometeo
(1818) de Mary Shelley y Mary Shelley’s
Frankenstein (1994) de Francis Ford
Coppola y Kenneth Branagh. Estuvimos considerando las características híbridas
de la versión narrativa, que se inscribe como novela de horror, de ciencia
ficción y novela gótica. Y revisamos la pertenencia de este texto a una de las
dos tradiciones míticas contemporáneas: las que se ocupan del “yo” como fuente
de otredad y las que se ocupan del “no-yo” o el otro.
Recordamos la versión de Frankenstein
dirigida por James Whale con la actuación de Boris Karloff como el monstruo.
Procedimos a ver algunos aspectos de la película, en particular la escena de la
reanimación del monstruo en el laboratorio y las claves de lectura/expectación.
Narrativa
Universal II – Tercera clase (14-9)
Continuamos trabajando la relación entre
relato popular y cinematografía, pero en esta oportunidad concentrándonos en
ejemplos provenientes de otra cultura, aunque en ambos casos fuertemente
influidos por la tradición occidental.
Se trata de los cuentos “Rashomon” (1915) y “En el bosque” (1922) de Ryunosuke
Akutagawa y del film Rashomon (1950)
de Akira Kurosawa.
Ambos cuentos son representativos de un
autor inscripto en la generación neorrealista. El primero describe la
decadencia de las tradiciones japonesas y la angustia existencial de los
protagonistas. El segundo cuenta un asesinato en el bosque y presenta a siete
testigos que relatan lo ocurrido, dejando que el lector juzgue la situación en
ausencia del contexto (que está descripto con escasas referencias
espacio-temporales). La estructura del relato es ambigua, estableciendo que la
“verdad”, que es un símbolo, sea tan oscura como el bosque mismo. El clima
evocado es el siglo XII.
En el guión de Kurosawa y Shinobu
Hashimoto, se efectúan algunas modificaciones de los cuentos originales, por
ejemplo la presencia del nacimiento, que constituye otro elemento simbólico, y
que aparece con el niño abandonado que representa la redención del hombre (en
un gesto semiótico propio de la postguerra). La película está construida sobre
la discusión filosófico-moral que procura entender la naturaleza humana, entre
un monje, un peregrino y un leñador que ha sido testigo de un crimen. Ello se
da en el ambiente diseñado a tal efecto como la puerta de Rasho, un portal
derruido en uno de los costados, mientras que se conserva adecuadamente bien en
el otro. El asunto es el crimen de un samurái a través de cuatro testimonios:
el del asesino del samurái, el de su esposa, el samurái mismo (a través de una
médium) y el de un trabajadr que fue testigo del hecho.
Analizamos
la secuencia inicial y un pasaje del contenido de la filmación.
Recordaremos aquí el tráiler que dice:
“Era una visión del infierno. Un bandido,
una mujer, un samurái y un leñador. Cuatro voces diferentes. Un cuento que
sopla profundo a través de las junglas de la mente mientras la bestia del deseo
carnal levanta su brillante ojo. (…) En el Japón del siglo XII, en lo profundo
de los bosques, un caluroso día de verano, las severas pasiones del deseo
humano arden en llamas. Un poderoso cuento sobre los conflictos humanos. Dos
hombres enfrentados en un vuelo desesperado. Una encantadora belleza mira con
desdén, ¿es una diosa o un demonio? En un rincón derrumbado de la gran ciudad
capital, Rashomon escucha el viento y este levanta sobre el alma humana”.
Narrativa
Universal II – Segunda clase (7-9)
En esta clase se plantearon aspectos de la
narrativa tradicional y la puesta de la forma ‘cuento’ en el film contemporáneo.
Para ello, observamos en qué sentido
puede entenderse la poética del préstamo y la adaptación de la actividad
literaria en la Edad Media, cómo se presenta la articulación de textos en el marco
narrativo característico de esta época y cómo se da en los filmes que
constituyen la “Trilogía de la vida” de Pier Paolo Pasolini: Il Decameron (El Decamerón, 1971), I racconti di Canterbury (Los cuentos de
Canterbury, 1972) e Il fiore delle mille
e una notte (Las mil y una noches, 1974).
Trabajamos puntualmente con la “Novela
Quinta” de la cuarta jornada del Decamerón
de Boccaccio, donde se trata “De una doncella de Mesina llamada Lisabeta, que
se enamoró de un mancebo, al cual los hermanos de ella mataron, y de cómo ella
se murió”. Vimos a continuación tres fragmentos de la obra fílmica en la que pudimos
comprobar los ajustes en el recorrido narrativo, la trasmutación de un texto
verbal en un sistema semiótico alternativo, y cómo traducir la deshonra
medieval en signos orales desgarradores. Con ello se reinscribe el relato
original como una historia de horror con un giro en el final introducido en el
texto de Boccaccio, lo cual contribuye a acercar a los lectores/espectadores a
una captación que recupera el pasado.
Narrativa
Universal II – Primera clase (31-8)
En esta clase se plantearon los temas
básicos que vamos a tratar durante el curso, los que se detalla a continuación:
Literatura
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Cine
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Anónimo – Las mil y una noches
Boccaccio – Decamerón
Chaucer – Cuentos de Canterbury
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Pasolini – Las mil y una noches
—. El Decamerón
—. Los cuentos de Canterbury
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Akutagawa – Cuentos (“Rashomon”, “En el bosque”)
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Kurosawa – Rashomon
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Mary Shelley
– Frankenstein
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Branagh - Frankenstein de Mary Shelley
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Emily Brontë
– Cumbres borrascosas
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Kosminsky – Cumbres borrascosas de E. Brontë
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Dostoievski
– Memorias del subsuelo
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Scorsesse – Taxi driver
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Conrad – El corazón de las tinieblas
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Coppola – Apocalipse Now
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James Joyce.
“Los muertos”
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Huston – Desde ahora y para siempre
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Shakespeare – La tempestad
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Greenaway – Los papeles de Próspero (La tempestad)
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Dick - ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
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Scott – Blade Runner
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Duras (libro
/ guión) y Hiroshima mon amour
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Resnais
(película)
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Se adopta como punto de partida la noción
de género definida como una organización específica de material lingüístico. En el universo de la narrativa,
ciertas formas como el ritmo y la repetición, no se consideran principios
organizativos sino una combinación en la que entran en juego diferentes
niveles, en particular dos: la fabula
(hechos narrados independientemente del material literario) y el siuzhet (la modalidad artística que adoptan
esos hechos al ser contados).
Ahora bien, la noción de género es resultado
de una serie de acciones que corresponden a diversos modelos de análisis. De
acuerdo con David Fishelov en Metaphors of
genre (1993), distintas metáforas profundas dan cuenta de los géneros que
pueden ser concebidos como especies
biológicas (es decir, permiten iluminar los problemas de las relaciones
entre géneros y explican su evolución), como
familias (se piensan como obras paradigmáticas que son ‘padres fundadores’
de un género y dentro de esa convención, surgen nuevas obras como un ‘árbol
familiar’), como instituciones sociales
(en los géneros dramáticos, en los que establecemos varias convenciones que nos llevan a aceptar como ‘natural’ el
artefacto creado) y como actos de habla
(que aclara cómo funcionan ciertos géneros en que se da la situación de un hablante).
A estas cuatro analogías tradicionales, podemos agregar la analogía del juego,
más adecuada para entender el problema desde la postmodernidad.
Por último, revisamos un caso de
representación gráfica de contenidos literarios. Para ello releemos el comienzo
de Die
Verwandlung de Kafka, que debe ser
traducida, literalmente, como ‘transformación o trasmutación”, pero que se ha
popularizado como Metamorfosis:
“§ 1. Cuando Gregor Samsa se
despertó de sus sueños intranquilos una mañana, se encontró en su cama
transformado en un bicho monstruoso. Yacía sobre su espalda dura y acorazada y
veía, cuando alzaba un poco la cabeza, su vientre convexo, pardo, partido por
placas de forma arqueada, desde cuya altura la manta, a punto de caerse por
completo, apenas podía todavía resistir. Sus numerosas patas, lamentablemente
delgadas en comparación con sus otros volúmenes le llamaron la atención sin que
pudiera hacer nada.
§ 2. ¿Qué sucedió conmigo?,
pensó. No era un sueño. Su habitación, de hecho un cuarto humano, demasiado
pequeño, permanecía tranquila entre las bien conocidas cuatro paredes. Sobre la
mesa, en la cual estaba extendida una colección de muestras de paño, agrupados
por separado –Samsa era viajante de comercio–, colgaba una imagen, que había
recortado hacía poco de una revista ilustrada y que había colocado en un lindo
marco dorado. Representaba una dama protegida por un sombrero y una boa de
piel, de pie y con un pesado manguito de piel que exhibía al espectador y en el
cual desaparecía todo su antebrazo.”
Trad. D. Altamiranda
Frente es esta lectura, surge el comentario de la inadecuada adaptación
realizada por Aníbal Luján y Federico Menéndez, con ilustraciones de Rodrigo
Luján en la versión de novela gráfica que public o en 2010 la Colección Clarín: