Balzac y la costurera china.
Poner en tensión la errónea dicotomía “Civilizacióno Barbarie” nos abre
preguntas interesantes acerca de la necesidad de clasificar, de imponer
culturalmente, de enaltecer una cultura por sobre la otra. Involucrarnos en
esta clasificación ¿Binaria? posibilita reflexionar sobre la denominada
alta cultura y sus efectos. La filosofía del clown, espontánea, visceral y
sensible nos ayuda a plasmar tal vez en forma vivencial que todos nuestros
actos van cargados de ideología y repercuten en el otro. A partir de símbolos
como la Torre Eiffel o los textos de Mao, la vieja discusión acerca de la
cultura cobra un sentido más completo.
Después de todo, delante de cada buen hombre culto hay una nariz
roja.
CAPITALISMO/PROLETARIADO – RASHOMON
“Cuando la subjetividad y la percepción personal se impone a la hora de relatar un
acontecimiento nos encontramos frente a un verdadero EFECTO RASHOMON”
Considerar armar una relación entre los temas capitalismo y proletariado y establecer,
además, una conexión paralela con los cuentos Rashomon y En el bosque fue un
particular desafío.
Como senderos que se bifurcan, había en el grupo unas ideas dando vueltas.
Paradójicamente el punto de reunión para sentarse a consensuar las mismas fue un
local de McDonald’s, referente sin parangón del capitalismo. Allí, en ese lugar,
dirimimos y craneamos el esbozo de lo que sería finalmente nuestra exposición en
clase.
Tres momentos abarcarían el tiempo para desarrollar lo concretado: texto y música
amalgamados con una pizca de arte como condimento.
Primer momento. Rashomon” y Homero: La guerra perdida del Proletariado frente al
Capitalismo.
“(…) bajo el Rashomon el criado de un samurái esperaba a que la lluvia amainara (…)
“(…) los últimos dos o tres años Kyoto había sido asolada por una seguidilla de
fatalidades: terremotos, tifones e incendios la habían convertido en una ciudad
absolutamente devastada (…)
“(…) En circunstancias normales [el sirviente] volvería sin más a la casa de su amo; pero
hacía pocos días había sido despedido, a desmedro de haberlo servido durante varios
años (…)”
A su vez, en otro contexto y tiempo:
Cuando sale del trabajo, Homero viene pensando (…)
Dice que está muy cansado y encima hoy no pagaron.
Imposible bajarse de esta rutina y se pregunta “ ¿Hasta cuándo?” (…)
Poco disfruta sus días pensando en cómo hará
si en ese empleo no pagan y cada vez le piden más. (…)
Qué injusticia que no se valore eficiencia y responsabilidad,
porque él hoy se mató pensando y es lo mismo que uno más.(…)
La vida de un obrero es así,
y pocos son los que van a zafar.
Tanto el sirviente como Homero son parte del proletariado, víctimas de la crisis
capitalista: El primero sirvió durante años a un amo quien, tras la devastación edilicia y
socioeconómica de Kyoto, lo deja en la calle. El segundo es explotado, porque trabaja
de modo eficiente y responsable, pero no le pagan a término. En definitiva, en poco
tiempo será un desempleado más.
Dos hombres, dos obreros en contextos y tiempos divergentes luchan por una causa
común: sobrevivir.
Segundo momento: la ira.
(…) El hecho de que este sirviente, que por muchos años había sido empleado por su
señor, hubiera sido despedido ahora por él, no era en realidad más que una pequeña
ola inducida por el torbellino de esa decadencia.
(…) Por eso el sirviente, en lo que seguía un torrente de ideas incoherentes y trataba
por el momento —dejando a un lado todo lo demás— de pensar cómo sobrevivir de
alguna manera el día de mañana —o sea, por decirlo de algún modo, cómo sobrellevar
de alguna manera lo que no había manera de resolver— escuchaba distraídamente el
sonido de la lluvia que desde hacía un rato caía (…)
Para sobrellevar de alguna manera lo que no había manera de resolver, el sirviente no
tenía tiempo de escoger un medio (…) “no le quedaría más remedio que convertirse en
un ladrón”.
(…) A medida que los pelos eran arrancados uno por uno, iba desapareciendo poco a
poco del corazón del sirviente el terror que al principio había sentido. Y al mismo
tiempo, iba moviéndose poco a poco en su pecho un intenso sentimiento de odio hacia
aquella vieja… No, “hacia aquella vieja” no es quizás la expresión más afortunada. Era
un sentimiento de aversión hacia todos los males, que iba intensificándose en su
corazón con cada minuto que pasaba. Si en ese momento alguien le hubiera planteado
una vez más el cuestionamiento sobre el que había estado reflexionando antes bajo la
puerta —a saber, morirse de hambre o convertirse en ladrón— seguramente habría
escogido sin miramientos morirse de inanición.
Toda acción del ser humano se basa en elegir. Algunos dicen que el ser humano se
despega del animal por el uso del raciocinio. Yo, por el contrario, creo que el ser
humano es humano desde el primer momento que elige. Uno constantemente ejerce
el poder de la elección (Coelho un poroto al lado de esta frase) y es aquí donde reside
la dinámica de lo humano. El sirviente se encuentra en un momento de su vida donde
sus pilares morales están en jaque. Debe cometer un acto inmoral, según su moral,
para sobrevivir. Ya decidido pone en marcha su elección, pero en el medio suceden
cosas. Un torbellino de sensaciones acomete su mente. Pasa del desasosiego y la
desesperanza, del hambre y el abandono, a la furia total. Un ataque de ira sin
explicación aparente y elije. Elije focalizar su ira en una anciana que se encuentra en la
misma situación que él. ¿Por qué decide desnudar a la anciana y dejarla tirada en el
suelo? Es una pregunta que jamás obtendrá respuesta.
Ska-p canta a viva voz ¡RESISTENCIA! Y yo me pregunto ¿contra quién o contra que se
resiste el sirviente? ¿Se resiste contra su amo (ex amo) que lo ha dejado sin trabajo?
¿Se resiste frente al ocaso de su país? ¿O se resiste a abandonar lo último que le queda
de dignidad? Se enoja y descarga toda su ira con una pobre anciana, que en definitiva
no estaba haciendo otra cosa que él no haya pensado hacer unos instantes atrás. ¿Por
qué se la agarra con ella y no con quien está arriba de la pirámide?
Tercer momento: el pacto.
La interpretación del tema musical Un pacto para vivir pudo generar diversos mensajes
a partir de su selección, pero el enfoque fue puesto en la transversalidad con el tópico
capitalismo/proletariado y la común unión de los temas inherentes plasmados en los
textos ficcionales: traición, muerte, duelo, vejación, horror, miseria…
A modo de cierre sellamos con la humanidad un pacto para vivir cotidiano, con todo lo
que ello implica. En paz y con el sol naciente japonés como generador de esperanza y
energía para los seres que habitamos el planeta, centrándonos en la siguiente frase:
vivir en el efecto o reflexionar en sus consecuencias.
TRABAJO GRUPAL - Memorias del subsuelo – narratividad – lírica – teatralidad
Integrantes: Abedin, Estrada, Gugasian.
Memorias del subsuelo fue publicada en 1864 en la revista Epoja, en
sus números 1, 2 y 4. Memorias puede
leerse como una parodia de la novela ¿Qué
hacer? de Nikolái Chernyshevski. Y esta, a su vez fue una respuesta a la
novela Padres e hijos (1862) de Iván Turguénev.
Rosa Luxemburgo expone claramente su tesis central de El espíritu de la literatura rusa: La vida
de Korolenko: “La característica principal del repentino surgimiento de la
literatura rusa es que surgió en oposición al régimen ruso, en el espíritu de
lucha [...] Bajo el zarismo, la literatura adquirió en Rusia un poder público
como no había conocido en ningún otro país o época.”
Estructura de la
novela:
La primera parte es
puramente expositiva y comienza con la nota del autor- advertencia al lector de
que el diario y su contenido son ficcionales pero que a juzgar por la época es
posible que existan hombres así. Es la exposición de su pensamiento posterior a
lo sucedido en la segunda parte, es una disquisición ininterrumpida del fluir
de la conciencia que lo que intenta es justificar los actos que llevó adelante.
Pero va más allá, y
parodia la actitud de los intelectuales de la época que pretendían erigirse como
sujetos de una misión que hacía de ellos los líderes de la revolución y la
emancipación del pueblo. Esta crítica paródica a los intelectuales los
representa como seres inteligentes pero que son incapaces de la acción. Ratones
de escritorio. Mientras se sientan a pensar no actúan. Él ahora tiene 40 años,
pero los hechos que narra son anteriores de cuando tenía 24.
La segunda parte se
llama A propósito de nieve derretida
y comienza con un poema homónimo de Nékrasov.
“Nékrasov era un
poeta pendiente de su pueblo. Adoraba a su Rusia, pero sobre todo adoraba a los
seres que habitaban su territorio y a través de su poesía buscaba una mejor
vida para ellos. La poesía brotaba de su alma de una forma apasionada,
y se volcaba al pueblo con ímpetu y cercanía.” Palabras de Dostoievski a Nékrasov en su
funeral.
Imagen
posible de estos hombres que se sientan a pensar, piensan, piensan, piensan y
cuando llega el momento son como la nieve derretida.
Atenta todo el tiempo
contra su futuro inmediato y después no pasa nada, todo es nieve derretida,
amasa ese pensamiento, sus acciones, sus consecuencias, hace una gran bola y
luego cuando la va a lanzar ya está derretida, entonces viene la humillación.
“quiero ser lanzado por la ventana…
Esta estructura se
repite en todas las acciones de este personaje/narrador o narrador/personaje
sin nombre. Todo el tiempo está anticipándose al final.
Más allá del argumento
o de la historia que cuenta este narrador/personaje se lee un trasfondo en el
que se ven representadas las ideas y los pensamientos de una época reciente
pero además lo más oscuro, sórdido y miserable del ser humano.
Otros Hombres
del subsuelo
El «hombre del
subsuelo» dostoievskiano, hombre urbano, ha reafirmado y sufrido su soledad
como si fuese un sino misterioso del que se halla consciente y del que, en el
fondo, no quiere huir. Su complejidad psicológica lo hace ser de carne y hueso,
contradictorio, lúcido, conflictivo.
En la literatura de todos los tiempos hay
muchos hombres del subsuelo (Meurseault de Camus, Astier de Arlt, Castel de
Sábato, Samsa de Kafka, Malabre de Edmundo Desnoes, Eladio Linacero de Onetti),
que, si bien no son parientes directos de este hombre, se encuentran muy cerca
y aunque tienen muchas diferencias de acuerdo con el contexto en que han sido
creados hay algo que tienen en común. Se
manifiesta lo que Sábato llama el «descenso al yo», es decir, su propia
catábasis mental.Se trata de un descenso a los infiernos de la personalidad;
saca a la luz los demonios que guarda el hombre en su “covacha”, las ideas, los
sentimientos más profundos, los valores y miserias que explican el
comportamiento humano. (Se adjunta powerpoint de expresiones artísticas sobre
el inframundo).
Es por eso que
decidimos experimentar elaborando un texto con los parlamentos de los
personajes Juan Pablo Castel y el hombre del subsuelo:
“Soy un enfermo. Soy
un malvado. Soy un hombre desagradable. Creo que padezco del hígado. Pero no sé
absolutamente nada de mi enfermedad. Ni siquiera puedo decir con certeza dónde
me duele. Ni me cuido ni me he cuidado nunca, pese a la consideración que me
inspiran la medicina y los médicos. yo, me caracterizo
por recordar preferentemente los hechos malos y, así, casi podría decir que
"todo tiempo pasado fue peor", si no fuera porque el presente me
parece tan horrible como el pasado; recuerdo tantas calamidades, tantos rostros
cínicos y crueles, tantas malas acciones, que la memoria es para mí como la
temerosa luz que alumbra un sórdido museo de la vergüenza, Además, soy
extremadamente supersticioso... lo suficiente para sentir respeto por la
medicina. (Soy un hombre instruido. Podría, pues, no ser supersticioso. Pero lo
soy.) Si no me cuido, es, evidentemente, por pura maldad. Ustedes seguramente
no lo comprenderán; yo sí que lo comprendo. Claro que no puedo explicarles a
quién hago daño al obrar con tanta maldad. Sé muy bien que no se lo hago a los
médicos al no permitir que me cuiden. Me perjudico sólo a mí mismo; lo
comprendo mejor que nadie. Por eso sé que si no me cuido es por maldad. Estoy
enfermo del hígado. ¡Me alegro! Y si me pongo peor, me alegraré más todavía.
¡Cuántas veces he quedado aplastado durante
horas, en un rincón oscuro del taller, después de leer una noticia en la
sección policial! Pero la verdad es que no siempre lo más vergonzoso de la raza
humana aparece allí; hasta cierto punto, los criminales son gente más limpia,
más inofensiva
Ahora voy a contarles,
señores (quieran ustedes o no), por qué ni siquiera he conseguido llegar a ser
un insecto. Lo declaro ante ustedes solemnemente: muchas veces he intentado
convertirme en un insecto, pero no se me ha juzgado digno de ello. Una conciencia demasiado clarividente es (se
lo aseguro a ustedes) una enfermedad, una verdadera enfermedad. Una conciencia
ordinaria nos bastaría y sobraría para nuestra vida común; sí, una conciencia
ordinaria, es decir, una porción igual a la mitad, a la cuarta parte de la
conciencia que posee el hombre cultivado de nuestro siglo XIX
Conozco
bastante bien el alma humana para prever que pensarán en la vanidad. Piensen lo
que quieran: me importa un bledo; hace rato que me importan un bledo la opinión
y la justicia de los hombres. Supongan, pues, que publico esta historia por
vanidad. Al fin de cuentas estoy hecho de carne, huesos, pelo y uñas como
cualquier otro hombre y me parecería muy injusto que exigiesen de mí,
precisamente de mí, cualidades especiales; uno se cree a veces un superhombre,
hasta que advierte que también es mezquino, sucio y pérfido. De la vanidad no
digo nada: creo que nadie está desprovisto de este notable motor del Progreso
Humano.”
Transposición:
El hombre
del subsuelo, Nicolás Sarquís 1981
El hombre del subsuelo,
adaptación libre de la novelaMemorias del
subsuelo de F. Dostoievski 1864 y
dirigida por Nicolás Sarquís fue estrenada en Argentina en el año 1981. El
filme pone de manifiesto el tema de la reclusión o repliegue como salida
posible de las circunstancias del mundo. La excusa que da inicio al relato es
la herencia recibida por el protagonista Diego Carmona, una casona
perteneciente a su abuela fallecida. El
contexto elegido por el director es la década infame que se hace explícito en
el inicio de la película con la lectura deltestamento, finales de 1933. El
núcleo narrativo estará desarrollado en gran parte en una vieja casona del
suburbio. La narración se organiza en
tres etapas marcadas por los espacios que habitan los personajes: la casona de Carmona,
la precaria vivienda de Luisa y el club. En cada momento se expone la
tensión entre las relaciones de Diego Carmona de 44 años propietario de la casa
con los personajes de su entorno: su
mayordomo Severo Piedrabuena en la primera etapa del filme; Luisa, una prostituta en la segunda y sus
amigos de la juventud en el tercer momento.
En líneas generales los planos
están dados por un encuadre en profundidad que describe una absoluta
resistencia a la exterioridad, una tensión entre el adentro como refugio frente
al afuera perturbador.
La relación entre los personajes oscila en los roles de víctimas
y victimarios, que cobran significado a través de las distintas etapas
narrativas: en un primer momento las
reflexiones de Carmona giran en torno a la muerte, increpa a su mayordomo y a
Luisa en varias oportunidades acusándolos
y humillándolos por la vida que llevan, sin embargo sobre el final del
filme durante el encuentro con sus compañeros, Carmona se comporta como una
víctima de sus ofensas al punto de ser agredido físicamente. El
camino del personaje denota la aceptación de la soledad como elección frente a
las amenazas que desequilibran su interioridad.
El
filme está dividido en tres núcleos narrativos que alteran la narración
original y están organizados espacialmente por una oposición adentro-afuera
como reserva-amenaza, apariencia-realidad que se detallan a continuación:
1)
Adentro: en la primera fase del
filme los personajes viven situaciones íntegramente desarrolladas en la casa
que se presenta como refugio protector de la realidad exterior, los personajes
habitan el encierro, protegidos ante amenazas latentes, no obstante, las
relaciones entre los habitantes de la casa son de poder y sometimiento. Es
notable el uso de la iluminación y escenografía que describen un ambiente
sumamente oscuro marcado por los tonos sepias.
En esta reclusión voluntaria, la irrupción del elemento que desequilibra
la casa está dado por Severo, el mayordomo, que para obtener ingresos que
Carmona no puede darle, alquila un ala de la casa como set de filmación de
películas pornográficas lo que puede traducirse como una invasión del afuera
que poco a poco contamina el interior.
2) Adentro-afuera, segunda etapa narrativa:
Diego Carmona realiza un viaje junto a Luisa desde la casona hasta el domicilio
de ella, una humilde casa en algún barrio suburbano del Gran Buenos Aires. La
tensión entre estos personajes se acrecienta, Carmona utiliza una serie de
argumentos para humillar a Luisa como la precariedad en la que vive. El sonido ambiente y la puesta en escena
subrayan la condición de indigencia en que vive Luisa: goteo de agua, paredes
empapeladas por diarios, objetos rotos, esta desidia establece un paralelismo
entre las dos viviendas: Carmona también empapela la habitación con antiguas
fotos.
3)
Adentro-afuera, casa-club: En su
segunda y última salida de la casa Diego Carmona asiste a una reunión con
viejos camaradas de juventud, integrantes de la clase alta porteña, este dato
lo podemos inducir por sus apellidos, el deporte que practican, esgrima y sus
profesiones liberales; durante la cena
la tensión entre los personajes estará marcada por discusiones y agresiones
verbales, culminando en la violencia física hacia Carmona a quien sus camaradas
tratan de resentido.
Sobre
el final las palabras de Diego Carmona: “Se
acabaron las frases hermosas, estoy harto de decir mentiras” nos permiten
hacer un corte entre los distintos niveles: mentira-verdad, pasividad-acción.
Reflexiones desde el
sótano, Andy Walkow, EE.UU.1995
En esta
adaptación libre de la novela de Fedor Dostoievski Memorias del subsuelo, el director utiliza como recurso
para el desarrollo del relato una cámara de video que el personaje enciende
para narrar sus experiencias y memorias
en primera persona desde el sótano de su casa. Sin un anclaje temporal
sólido, la película se desarrolla en una contemporaneidad que se deduce del
vestuario, la escenografía, los objetos utilizados: televisores, cámaras de
video, automóviles etc. El tono que acompaña la totalidad del filme es el de
tragicomedia o comedia negra, el protagonista es un empleado público que padece
complejo de inferioridad, pero a su vez puede manifestar crueldad y mezquindad
si se lo propone.
Existe un paralelismo entre las situaciones presentadas
en el filme y lo narrado en la novela, sin embargo, la mayor parte del filme
está centrado en la relación entre el protagonista y Liza, la prostituta. Los
ambientes resultan monótonos y sórdidos acompañados por el discurso irónico del
protagonista.
El filme se cierra con una especie de reflexión
acerca de la realidad y la ficción en la vida de las personas, los planos
finales muestran a nuestro narrador en
televisión observado en distintos
lugares y una última observación sobre
la vida de apariencias que sostiene el ciudadano promedio.
Links para ver las películas:
Intertextualidades
Y si de atormentados se
trata, y de fluir de la conciencia y de subjetividades y expresión del
pensamiento íntimo y más profundo de ser, entonces hablamos de poesía, de
lirismo y de Alejandra Pizarnik:
No [poder] querer más
vivir sin saber qué vive en lugar mío ni escribir si para herirme la vida toma
formas tan extrañas.
Alejandra Pizarnik.
La palabra entre
corchetes figura escrita a lápiz por Alejandra Pizarnik encima de “querer” que
no está tachada.
Poesía completa. Textos de Sombra. Ed. Lumen. Argentina 2014.
En el rock nacional también podemos
encontrar algunos temas que podrían asimilarse al protagonista del hombre del
subsuelo.
Durante años, la mítica
intro de Los Simpsons se ha versionado adaptándola a diferentes
fórmulas. El animador Lazy Square le ha dado una vuelta de turca
nunca vista hasta ahora. ¿Cómo sería la secuencia en clave de película de arte
rusa? Sombría, deprimente y no apta para todos los públicos. https://www.youtube.com/watch?v=3C-muUgKo8M
Bibliografía:
Dostoievski, F. (2016).
Memorias del subsuelo. Caba, Argentina. Ediciones ColihueS.R.L..
Sábato, E. (1993). El
túnel. Madrid, España. Ediciones Cátedra S.A.
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MEMES
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